"La Ronda", una rondalla que actúa solo una vez al año

Es una de las más ancestrales tradiciones de Vallibona

Una de las tradiciones que el pequeño municipio de Vallibona, en plena comarca de Els Ports y junto al río Cérvol, ha logrado recuperar, al igual que ha hecho con la figura del pregonero, es su rondalla que, bajo el nombre de "La Ronda" está integrada por una veintena de personas, que se reúnen sólo una vez por año para efectuar una única actuación.

Desde hace nueve años, el final de las fiestas mayores vallibonenses tiene como protagonista a este grupo de personas de las más variadas edades (abundan los jubilados pero también hay una niña de diez años). Con sus guitarras, laúdes, bandurrias, acordeones, trompetas, bajo, bombardinos y clarinetes, se pasean por toda la población interpretando hasta casi cinco decenas de coplas diferentes, un buen número de ellas dedicadas a la Virgen del Pilar. Frente a la vivienda de cada una de las damas de fiestas, "La Ronda" se detiene, dedica una copla a cada dama y a continuación repone fuerzas con dulces y productos típicos de la tierra para continuar después el recorrido, seguida de una multitud.

 

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Entre los actuales integrantes, se encuentra la mayor parte de los que forman la charanga local "Soroll", nacida casi al mismo tiempo que las fiestas de agosto, celebración moderna impulsada por aquellos convencidos de que Vallibona durante el verano debía ofrecer algún aliciente más a sus visitantes, a parte de la belleza de sus parajes y otros atractivos naturales.

Los miembros de "La Ronda" sólo necesitan ensayar durante un buen rato antes de su única actuación anual. Los días de fiestas de agosto son el único momento del año en que coinciden todos en la población, ya que en su mayor parte residen en otros municipios, aunque sean nativos de Vallibona.

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Fue José Vicente Serret Meseguer, vallibonense afincado en Barcelona, quien un día tomó su trompeta y unas guitarras y después de afinarlas, se apercibió que no era tan descabellada la idea de recuperar aquella rondalla que en su día dirigiera su abuelo. Hacía por lo menos dos décadas que esta agrupación musical había desaparecido, a raíz del progresivo despoblamiento de este municipio que en 1.940 tenía mil trescientos habitantes (ochocientos en el pueblo y quinientos en masías) y ahora apenas llega al medio centenar, aunque en verano se multiplica por cerca de doscientos. Tras contactar con otros aficionados a la música, que dominaban distintos instrumentos, el resurgimiento de "La Ronda" comenzó a tomar forma y ahora ya vuelve a ser de presencia obligada durante las fiestas. no queremos dejar la rondalla y que vuelva a perderse -decía Serret- porque es una de las tradiciones más destacadas de nuestro pueblo, además le damos a las jotas un tono totalmente autóctono, diferente al de cualquier población de estas comarcas".

La juventud es la gran baza para dar continuidad a esta rondalla que canta de memoria, sin partitura delante, a pesar de no ensayar casi nunca. Las raíces de esta agrupación están en la "Ronda dels quintos" que tenía lugar cuando los jóvenes vallibonenses partían hacia el servicio militar.

EMILI FONOLLOSA

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